Envío gratuito a cualquier parte del mundo a partir de 40€ de compra.
Se adoptó el sistema métrico, Balzac introdujo a Vautrin, nacieron Zola y Monet, y Jean-François Arsène fundó la Sociedad de Higiene del Doctor COTTAN.
A mediados del siglo XIX, este pionero se dio cuenta de un hecho inquietante: la gran mayoría de los productos cosméticos destinados al cuidado de la piel estaban compuestos con demasiada frecuencia por especies nocivas, más propensas a endurecer, suavizar y secar la piel que a secarla. para preservar su belleza.
Impulsado por el movimiento higienista de su tiempo, recurrió a los conocimientos de la medicina y de la farmacia y dio forma a la primera colección de productos saludables y naturales, libres de compuestos de origen animal, que garantizan verdaderamente luminosidad, suavidad y salud de la piel.
El éxito no se hizo esperar y el 10 de mayo de 1842, con dos patentes en el bolsillo, J-F.A. COTTAN se instala en el n°5 de la rue Jean-Jacques Rousseau. Desde el corazón de París llega al de las damas de Francia, luego de Europa e incluso de América. Una segunda perfumería emblemática se encuentra en la rue de Châteaudun y la gama se desarrolla a través de sucesivas innovaciones para cubrir todos los aspectos del tocador, el cuidado facial, el maquillaje y, finalmente, perfumes excepcionales que siguen siendo muy populares entre los coleccionistas de hoy.
Tras su muerte en 1869, su obra pasó a manos de sus asociados que no dejaron de aumentar el prestigio y la notoriedad de la casa.
"Los sucesores del Dr. COTTAN, siguiendo los avances de la ciencia, siempre han observado atentamente los principios del fundador de la casa, así lo demuestran los artículos creativos más recientes, como la crema de leche de violeta, el fluido calodérmico, el maquillaje, etc. , sólo se utilizan productos con las cualidades higiénicas más eficaces."
Extracto de: Perfumería y arte franceses en presentación, 1925.
A principios del siglo XX, la empresa se traslada a la rue de Rivoli y se convierte en una referencia obligada para los parisinos elegantes, junto a grandes nombres como Coty, Molinard y Guerlain. Desgraciadamente, la fábrica y los talleres de Courbevoie se incendiaron durante la Primera Guerra Mundial y, a pesar de la publicación de algunos perfumes de lujo antes de la crisis de 1929, este duro contexto histórico fue la sentencia de muerte definitiva para COTTAN.
Su recuerdo se desvanecerá con el paso de los años, a pesar de la herencia científica y la imaginación sensorial que su nombre aún lleva en la mente de las personas. Sin embargo, este saber hacer original, en el corazón de la cosmética contemporánea, tiene muchas bazas que ofrecer frente a los retos actuales:
"Sin remontarnos demasiado al pasado y a las recetas milagrosas, un periodo concreto centra la atención: la segunda mitad del siglo XIX. Fue durante este periodo cuando la cosmética se convirtió en una industria, sustituyendo al enfoque tradicional y artesanal del periodo anterior. En este periodo surgieron marcas que ofrecían numerosos productos cuya modernidad sigue sorprendiendo".
Extracto de : Jean-Claude Le Joliff en Legato n°1, 2021.
En un momento en que la Belleza Limpia y el veganismo cuestionan los fundamentos de la cosmética, tenemos claro que el espíritu innovador del Dr. Cottan está más que nunca en sintonía con los tiempos.
Para exaltar su legado, desciframos sus preparaciones más maravillosas y, con la inestimable ayuda de nuestros maestros formuladores, insuflamos nueva vida a las aspiraciones de Jean-François Arsène, a la luz de los últimos avances del genio dermocosmético francés, para revelar toda su modernidad.
Nuestra primera colección, Arsène, se inspira en los mayores éxitos de la sociedad higiénica: el vinagre de belleza, la auténtica crema evanescente y el jabón dulcificado. Una audaz reescritura de las recetas originales, motivada por la definición de los códigos de un nuevo arte de la formulación.
Descubra nuestra colección y su estuche inaugural.
Esta filosofía, heredada del saber hacer original de los maestros formuladores del siglo XIX, guía cada paso dado por Cottan para ofrecer un enfoque diferente en el diseño de productos cosméticos, ahora y en el futuro.
El maestro formulador no necesita ingredientes milagrosos ni una lista INCI de varias páginas. Estos son los dos extremos entre los que las cuestiones de marketing pueden inclinar la balanza de los productos de belleza.
La relevancia de una fórmula se mide por la exactitud de sus proporciones y por el ingenio empleado para ofrecer el mejor rendimiento a través de las composiciones más puras y equilibradas.
Es un arte vivo, aprendido con la práctica, que define la elegancia de sus cosméticos.
